Cuentan que una princesa estaba enamorada de una rosa de incomparable color y fragancia. Ocurrió entonces que llegó al pais un poderoso hechicero que decía poder hablar con cualquier ser vivo de la tierra. La princesa lo hízo llamar y quiso que demostrara su extraño poder, hablando con su preciada rosa. Al cabo de un rato, el hechicero regresó al jardín y le dijo:
__ Majestad, la rosa está triste. Dice que los pinos le tapan el sol, los sapos le dan asco, los pájaros la asustan y el arroyo no la deja dormir por las noches.
La princesa quiso complacer a su querida rosa y ordenó que talaran los pinos, mataran a los sapos, ahuyentaran a los pájaros y secaran el arroyo. En apenas dos semanas, la rosa se secó, pues los árboles le daban sombra, el sapo y los pájaros se comían los pulgones y el arroyo alimentaba sus raices.
La humildad es el secreto de la sabiduria, el poder y el conocimiento. Para ser grande hay que empezar siendo pequeño.
__ Majestad, la rosa está triste. Dice que los pinos le tapan el sol, los sapos le dan asco, los pájaros la asustan y el arroyo no la deja dormir por las noches.
La princesa quiso complacer a su querida rosa y ordenó que talaran los pinos, mataran a los sapos, ahuyentaran a los pájaros y secaran el arroyo. En apenas dos semanas, la rosa se secó, pues los árboles le daban sombra, el sapo y los pájaros se comían los pulgones y el arroyo alimentaba sus raices.
La humildad es el secreto de la sabiduria, el poder y el conocimiento. Para ser grande hay que empezar siendo pequeño.
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