domingo, 26 de abril de 2015

Mi origami el hacha del guerrero

Mi origami el HACHA.
"El guerrero no es alguien que pelea, no tiene derecho a tomar la vida de otro. El guerrero, para nosotros, es aquel que se sacrifica por el bien de los demás. Su tarea es cuidar a los mayores, a los indefensos, a aquellos que no puedan hacerlo por su cuenta, y sobre todo a los niños, el futuro de la humanidad"
Tatanka Iyotanka, (Toro Sentado)

A un indio se le cayó su hacha en el río, y triste, comenzó a llorar. El Espíritu de las Aguas se compadeció de él, y presentándole un hacha de oro, le preguntó:
—¿Es la tuya?
Respondió el indio:—No, no es la mía.
El Espíritu de las Aguas le llevó otra hacha de plata y volvió a preguntar lo mismo.
—Tampoco es esa— dijo nuevamente el indio.    
Entonces el Espíritu de las Aguas le llevó su propia hacha.
Al verla el indio exclamó:
—¡Esa es la mía!
Para recompensarlo por su honradez el Espíritu de las Aguas le regaló las tres hachas. De vuelta en su casa, el indio enseñó su regalo, contando aquella aventura a sus compañeros.
Uno de ellos quiso hacer lo mismo; fue al río, dejo caer su hacha y se puso a llorar. 
El Espíritu de las Aguas se compadeció también de él, y presentándole una hacha de oro, le preguntó:
—¿Es la tuya?
El indio, contentísimo, respondió:
—Sí, sí, esa es la mía.
Entonces el Espíritu de las Aguas no le dio ni la de oro, ni la de él por haberlo engañado.

"The warrior is not someone who fights, has no right to take the life of another. The warrior, for us, is that which is sacrificed for the sake of others. Your task is to care for the elderly, the helpless, to those who can not do it yourself, especially children, the future of humanity "
Tatanka Iyotanka (Sitting Bull)

In an Indian dropped his ax into the river, and sad, began to mourn. The Spirit of the Waters took pity on him, and offering an ax gold, asked:
Is it yours?
Indian replied: No, it's not mine.
The Spirit of the Waters took another silver ax and asked again the same.
Neither is that- said the Indian again.
Then the Spirit of the Waters took his own ax.
Seeing the Indian exclaimed:
-That's Mine!
To reward him for his honesty the Spirit of the Waters gave the three axes. Back at home, the Indian showed his gift, telling his teammates that adventure.
One of them wanted to do the same; was the river, I dropped his ax and began to mourn.
The Spirit of the Waters also pitied him, and offering an ax gold, asked:
Is it yours?
The Indian, overjoyed, said
Yes, yes, that's mine.
Then the Spirit of the Waters gave him neither gold nor him for deceiving him.

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