domingo, 4 de enero de 2015

El tiburón

Un día, en la isla de Oahu, una mujer joven en pleno dolor de parto llama a su hermano para que la ayudara. Cuando el hermano atiende su llamada, ella ya había dado a luz y había envuelto al bebé en una cobija. La madre del bebé estaba llorando cuando su hermano llegó. Él le preguntó por qué estaba llorando. Ella le dijo que abriera la manta y mirara al niño. Él hizo lo que le había pedido ella y vio que el bebé tenía el cuerpo de un tiburón, pero la cabeza de un ser humano. El hermano le dijo que liberara al bebé en el océano o el niño moriría. Ella se negó a escucharlo, porque el niño aún era de ella, independientemente de su forma. Por último, ella se convenció de lo que decía su hermano, de la inutilidad de sus deseos, y que la liberación del niño en el océano era para mejor interés del niño, viajaron a Punto Negro en Kahala, cuando llegaron, el hermano coloco al niño en el agua. En cuanto colocaron el niño en el agua, el hermano habló de ella en hawaiano. El bebé le dio un toque único con su aleta caudal y echo a nadar.

Cada mañana, la madre regresaba al mismo lugar para recoger las algas marinas. Mientras trabajaba, la cría de tiburón aparecía y se alimentaba de sus pechos. Con el tiempo, la cría de tiburón tomo forma de tiburón completo.

Una mañana, mientras la madre estaba recogiendo algas, una escuela de tiburones comenzó a nadar a su alrededor. De repente, su hijo de tiburón apareció junto a ella y la golpeó con su aleta caudal, sacudiendo en el agua y lejos de los otros tiburones. El tiburón tutor se reunió con los mayores de la escuela de tiburones, y se produjo una feroz batalla. La madre no supo de los resultados de la batalla y nunca volvió a ver a su “bebé”.

La madre del bebé de tiburón regresó al lugar de nacimiento en la isla de Maui. Un día, después de que diez años habían pasado, ella y su madre estaban reuniendo lapas (opihi) en la orilla, y no habían vuelto a casa. Su hermano y sus amigos la empezaron a buscar. El grupo encontró a las dos mujeres, muertas y flotando junto con sus bolsas de opihi todavía llenas. Trataron de rescatar los cuerpos, pero un gran tiburón parecía impedir que lo hicieran. El hermano reconoció el tiburón como el hijo perdido de su hermana, el tiburón bebé.

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